Hace unas semanas fuí a Valle de Guadalupe con mi familia. Visitamos viñedos nuevos y obvio L.A. Cetto. Desayunamos, buffet y toda la cosa. Al final del recorrido nos fuimos a comer a Ensenada, hacia mucho frío pero el restaurant estaba a gusto porque nos prendieron la fogata.
Pensé que de tantas degustaciones me dolería la cabeza al final del día (siempre me duele cuando tomo vino) pero no fue así, pasó al día siguiente, oops!
Pero lo divertida nadie me lo quito.